jueves, 15 de junio de 2017

La ultima noticia.

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NOTICIA DE ULTIMA HORA:

Una skater adolescente de tan solo 14 años, llamada Paula, consigue cruzar nuestras fronteras para estar a salvo de su actual guerra en su país residente, España.
Ella afirma haber perdido la esperanza en bastantes ocasiones.
Nos cuenta casi todas las experiencias vividas, todas muy duras y difíciles de superar.
"La más dura fue como vi morir a mi hermana con mis propios ojos y sin poder hacer nada." Nos cuenta.
Cruzo mar y tierra para llegar a nuestro país y poder ser libre, Paula nos confirma lo mucho que lucho para llegar hasta donde ha llegado, cruzó fronteras, se reveló contra policías, huyó de su país, etc...
Sin duda alguna, esta skater española es un ejemplo de superación y motivación para todos los refugiados que huyen de su país para poder empezar de cero su nueva vida.

- Paula, ¿quieres decir algo a tus oyentes o personas de tu país que siguen ahí fuera intentando encontrar su sitio?
- Si. No os deis por vencidos, nada esta perdido enserio, nada. Y como yo siempre digo... " Si no arriesgas, no ganas."
 

domingo, 11 de junio de 2017

Una ruta quijotesca

Parte I:

Llegamos a la frontera, así que nos dispusimos a cruzarla cuando militares nos pillaron y tuvieron que responder a nuestro intento de llegar hasta nuestro destino mas deseado.
Nos lanzaron granadas aturdidoras, aunque no hacía nada, si nos asustaron. También nos pegaron con las porras, en ese momento Aitor me protegió bastante y las palizas se las llevo la gran mayoría, el.
Aparte y sorprendente mente usaron gases lacrimógenos, así que nos apartamos pero esto no nos iba a quitar las fuerzas de cruzar la gran valla preparatoria.
Al día siguiente lo volvimos a intentar y gracias a un amigo que hice de la ONG, nos dejaron cruzar la frontera.
Nosotros no íbamos solos, también venían con nosotros muchas más familias cansadas de estar esperando una mejora cuando sabían perfectamente que no iba a ver ninguna.

Tras pasar la frontera nos dirigimos de nuevo a otro registro policial y tras pasarlo sin ningún problema nos guiaron hasta coger un tren, que este nos llevaría a la próxima frontera que debíamos cruzar. Estábamos escasos de dinero pero gracias a los ahorros que íbamos haciendo en el ultimo campo, pudimos coger buena parte para los billetes.
Aitor claramente, se venía con nosotros, teníamos dinero para tres y como mi hermana había fallecido... decidimos gastarnos su parte para Aitor ya que el ha hecho muchas cosas por nosotros y ahora es parte de la familia porque el ya no tiene a la suya...

Compramos los billetes y nos sentamos en la estación para esperar al tren, la gente era muy desagradable, nos miraban con desprecio, algunos graciosos se reían de nuestras vestimentas, cambiaban de sentido y hasta nos tenían miedo.
Llego el momento de coger el tren, nos levantamos, como muchos más de los nuestros y entramos en el tren... De repente escuché un grito, era una niña de aproximadamente de 7 años, tenía el billete en su mano y no paraba de gritar el nombre de su madre, la cual se la estaban llevando unos policías, yo me quedé impactada ante este gesto así que antes de que el tren se pusiera en marcha, Aitor de un movimiento, agarro del brazo a aquella chica y la metió en el tren con nosotros.

Parte II:

La niña estaba asustada y estaba llorando.
- Hola pequeña, me llamo  Paula, ¿hablas mi idioma?- dije despacio y vocalizando para que me entendiese.
Ella asintió con la cabeza, a lo que me alegre, porque así nos entenderíamos mejor.
La ofrecí un asiento que quedaba y ella se sentó vergonzosa.
- Yo me llamo Aitor, encantado - le ofreció la mano y la niña se la agarro he hicieron el gesto del saludo.
- ¿Te puedo preguntar como te llamas preciosa? - le dije
- Esperanza - respondió cabizbaja.
- Anda, justo lo que nos falta ahora mismo - dijo Aitor sonriendo
Le dí un codazo a Aitor y seguidamente Esperanza comenzó a reírse, a lo que yo, también.
- ¿Dónde está mi mamá? - preguntó la niña triste
- No lo sabemos princesa, de momento te quedarás con nosotros y después la buscaremos ¿te parece bien? - dijo Aitor agachándose y cogiéndola de la mano.
Esperanza volvió a asentir con la cabeza y yo no paraba de mirar a Aitor, me parecía tan adorable cuando hablaba con los niños... Me recordaba a Diego.

Cuando llegamos a la estación del destino, inesperadamente, unas cuantas personas (al parecer, voluntarios) muy agradables que nos ofrecían alimentos, mantas y bebidas, nos impresionaron bastante.
- Uf, menos mal que habéis aparecido, ya estábamos perdiendo la esperanza- dijo Aitor mirando sonriente a Esperanza y dándole pequeños golpecitos para que se riera.
A mí se me escapó una risita y a mi madre también. La niña obviamente se rió y no me podía sentir mas agusto que viéndola sonreír.
Mientras Aitor y yo entreteníamos a Esperanza, mi  madre se fue a hablar con los voluntarios, ellos le dijeron que en vez de ir directamente hasta la próxima frontera, se quedaran allí toda la noche ya que nos podrían asaltar, y que ibamos a ir mejor y mas seguros por la mañana al amanecer, armados, por si acaso.
Aitor, Esperanza y yo nos dirigimos con i madre y yo al saber de lo que estaban hablando pregunté:
- ¿Qué opciones hay para llegar a la frontera?
- Una es pagar un taxi, pero es caro, bastante caro- dijo una voluntaria
- Descartamos - dijo canturreando Aitor con la intención de hacer reir a Esperanza, lo cual siempre lo conseguía.
- ¿Y la otra?- dije yo
- La otra es esperar en el registro policial hasta que os entreguen el documento oficial para estar en el país, pero tendréis que esperar horas, e incluso días.- dijo la voluntaria
- Gracias, muchas gracias.- dijo mi madre agradecida

Escogimos obviamente la segunda opción, el documento no tardo mucho y esto nos permitió durante el recorrido, dormir en estancias en vez de en parques, o en la calle, cosa que agradecimos bastante...Hasta que al fin, llegamos a la frontera.

Parte III:

Hemos llegado, estamos en frente y sabemos que hay poco tiempo si queremos cruzarla, este país es muy difícil, la xenofobia parece ya una costumbre y tengo miedo, bueno no soy la única, hasta Aitor tiene miedo aunque se haga el fuerte.
Hemos oído que van a cerrar la frontera y que encima hay ultras con policías no muy lejos para tomarnos las huellas dactilares.
Todo el mundo tiene referencia de aquella regulación de Dublín que dice que todo solicitante de asilo que sea registrado en algún país de Europa, no podrá solicitar ni vivir en otro país, en ese caso será reportado a su país de vuelta.
Mucha gente no se quería arriesgar ya que vivir en este país es realmente difícil, pero yo tenía claro una cosa, "Si no arriesgas, no ganas".  Así que cogí a mi madre de la mano y Aitor viendo mis intenciones, cogió a Esperanza en brazos y salimos corriendo cruzando la frontera, con tan buena suerte que ni nos vio la policía ni los ultras.

Parte IV:

Somos bastantes los que pasamos la frontera y nos dirigimos a cruzar la ultima para salir del país, mientras tanto, Aitor y yo nos encargabamos de que Esperanza no perdiera "la esperanza", nunca mejor dicho.
- Bueno Esperanza y cuéntame, ¿tu de qué parte de España eres?- le dije yo para distraerla
- De Madrid - dijo ella
- Anda, ¡nosotros también!, ¿sabes de qué parte más o menos?-dijo Aitor
- De Vallecas- dijo sonriendo
Aquel sitio que nombró la pequeña me emocionó muchísimo, en Vallecas vivía mi mejor amiga y tengo muchísimos recuerdos con ella, en conciertos, durmiendo las dos e mi casa, viendo jugar al Rayo Vallecano, cuando ella me venía a ver nadar a competiciones y muchos recuerdos más.
Ahora mismo no sé donde está, ni como está, nada. Echo de menos sus consejos, sus mordiscos, sus chistes, su risa y todo de ella, la necesito.

Mientras cruzábamos un puente vi lo que era realmente la xenofobia, nos gritaban insultándonos, despreciándonos, nos tiraban latas y papeles, nos miraban con muchísimo desprecio, nos llegaron a escupir cuando pasábamos por delante de ellos. Yo, al igual que todos estaba harta, harta de que nos tratasen como animales o "bichos raros" cuando no lo somos. No lo somos.
Estamos huyendo de nuestro país por una guerra y aquí parece ser peor que la guerra, no tienen compasión.
Ya que eramos un grupo grande de personas, decidimos entre todos, acabar con esta xenofobia, nos pusimos en medio de las carreteras todos juntos y gracias a esto, creamos un tapón de coches impresionante a lo que las autoridades del país, reaccionaron.
Mandaron cuatro buses para todos nosotros para llevarnos a la ultima frontera y cruzarla.
No sabía si fiarme ya que he oído que un bus a sido cogido por un ultra y lleno el bus de refugiados, los han llevado a un Centro de Internamiento de Extranjeros, donde finalmente y no por mucho tiempo, los deportaran a España.

Pero increíblemente y por sorpresa, se nos para tres buses de frente y cuando abren la puerta, los conductores, son tres de los voluntarios de una ONG que nos ayudaron a pasar la primera frontera, los reconocí y ahí es cuando me di cuenta de que estábamos salvados.
Me subí a una roca y lo informe a todos los refugiados que faltaban, ellos sin dudarlo, comenzaron a subir a los buses ocupándolos por completo, seguidamente subimos todos, mi madre, Aitor, Esperanza y yo. Estábamos sentados cuando...
- ¡ESPERANZA, LLEGASTE POR FIN!- dijo Aitor en alto casi gritando
- ¿Qué?- dijo Esperanza mirando a Aitor extrañada.
- Se refería a la otra esperanza, pero tú nos has ayudado mucho también.- dije yo
Todos nos reímos y Esperanza me abrazo fuertemente y me dijo aquella palabra tan fuerte...
-  "Te quiero".
En ese momento me eche a llorar porque aquella pequeña me recordó a mi hermana y desde aquel instante juré protegerla y cuidarla. Por ella y por su madre, porque sé lo que es perder a un ser querido, y no os lo recomiendo a nadie, me ha hecho madurar y mucho.
- Y yo princesa- respondí.

Pasaron dos horas y llegamos a un país, bueno, no era un país, era el país.
El país perfecto, al fin habíamos llegado.
Bajamos del bus y nos encontramos a policías sonriendo y diciendo en nuestro idioma: "bienvenidos".
Nunca nos habían tratado tan bien, no nos trataban como animales y bichos raros, no nos trataban como aliens, nos trataban como lo que somos, humanos.
También habían jóvenes y adultos con pancartas donde decían en Español y en Inglés: "Hablo tu idioma. Si necesitas ayuda, dime."
Nos informaron un poco de lo que iba a pasar y nos llevaron a un Centro de Acogida de Refugiados o como ellos lo llamaban, CAR.

Pasaron los meses y allí se estaba muy bien, mejor que en los demás sitios, ahora si que se nos podía llamar refugiados...Ahora sí.
Allí sorprendentemente nos encontramos con la madre de Esperanza. Debo decir que yo creía que la habían deportado a España pero gracias a la mediación de la ONG, la soltaron y cogió un bus distinto al nuestro con lo cual no coincidimos hasta en el CAR. Ahora Esperanza está con su madre sana y salva y más feliz que nunca, dentro de lo que cabe claro.

Por fin, nos han concedido una casa en un bario bastante estable donde podemos vivir y casualmente somos los vecinos de Esperanza y su madre, Victoria.
- ¡VICTORIA! No hemos perdido la esperanza,y esto nos ha llevado a nuestro lugar soñado.- dijo Aitor riéndose a carcajadas ya que estaba jugando con los nombres de Madre e hija.
Todos reímos.
Pero no nos cabe duda de que esto aunque ha mejorado, no va a ser como antes, tenemos que conocer el idioma para integrarnos, conseguir un trabajo y empezar de cero, esto no ha acabado, pero es una nueva vida.














Lazarilla a la fuerza

Lo hicimos por nuestros derechos, porque el mundo es muy egoísta y nadie tiene tanta empatía hasta que no le pasa lo que a mí y a miles de personas más.


Tratado I:

Nos dirigimos mi madre, Aitor, y yo a un centro de refugiados, mi primer campo de refugiados, espero que todo salga bien porque ya estamos bastante destrozados todos... Hay muchos militares y eso estaba claro ya que es el primer campo después de pasar el registro policial.
Pasan los días y esto se me esta haciendo eterno, no hacen nada por nosotros, esto no es lo que yo tenía pensado de un campo de refugiados.
Ya han pasado dos meses y seguimos aquí, tanto yo como Aitor pensamos lo mismo, no estamos mejorando nada, para nada es lo que pensábamos, nos miran con desprecio y casi no ayudan.
- Es mejor que nos escapemos, aquí no estamos agusto mamá. Esto no va a mejorar - le dije confesándome.
- Esta bien hija, pienso lo mismo. - me dijo ella casi sin fuerzas.

Tratado II:

Nos escapamos del campo militarizado y llegamos a este, es increíble, nunca había visto a tantas personas juntas y así de hambrientos...
Cogimos una campaña y la instalamos en un rincón pequeñito, Aior se vino con mi madre y conmigo, parece mentira pero ahora mismo Aitor para mi es como mi hermano mayor... Hemos pasado tantas cosas juntos , tantas experiencias fuertes e inolvidables que no me veo capaz de seguir sin el.Él se encarga de coger el agua, aunque no sea del todo potable... Algo habrá que beber.
Pasaron semanas y seguíamos aquí, yo había hecho amigos, bueno, yo y Aitor eramos los mayores, los demás eran niños de entre 4 y 11 años. Nunca había visto a tantos niños en estas condiciones, Nosotros jugábamos con ellos, al pilla pilla, al fútbol, al escondite, etc... Nos encargábamos de hacerles olvidar por lo que estaban pasando, y creedme que no es fácil, nada es fácil ahora.
Al día siguiente me despertó mi madre y seguidamente desperté a Aitor, nos estaban desalojando, si, desalojando, el campo estaba siendo desalojado por las fuerzas de la orden... Impresionante ¿verdad?.
Todo aquello que me enseñaron y que aprendí en el instituto, en clase de valores éticos,  esos derechos que tenía cualquier ser humano, los derechos humanos, no los veía por ninguna parte.
lamentablemente tuvimos que irnos de este campo y buscar otro.

Tratado III:

Como no teníamos a donde ir y tampoco queríamos volver al campo militarizado tran habernos fugado, decidimos crear un campo improvisado, "un campo familiar" lo llamaban también.
Pasamos días pero tras las carencias de alimento y agua nos vimos obligados a buscar un lugar mejor.
Creía que esto era como en la tele, que las fuerzas del poder nos ayudarían, pero no. Nada es como lo pintan. Hay que ser realistas.

Tratado IV:

Pasamos por muchos campos, bueno en realidad eran campos olímpicos que se habían convertido en campos de refugiados, no te quiero hablar mucho de esto, porque no fue una gran experiencia para los tres. Pasaron muchas cosas y huimos, si, huimos. ¿Qué casualidad verdad? Nosotros, ¿huir?. La verdad... no es nada nuevo.

Tratado V:

Seguimos andando y andando y llegamos a otro campo... si, a otro más.
Este tiene mejor pinta, bueno, ninguno tiene buena pinta pero dentro de lo que cabe esto está bien.
Este campo me recuerda más o menos a mi barrio, había casetas llenas de fruta, otra de ropa, otra de verduras, de carne, etc...

Encontramos una caseta grande y nos instalamos allí. Tanto a mi como a Aitor nos costó un poco instalarnos pero al final lo conseguimos, Aitor se dedicó a trabajar en una frutería y yo me encargué de hacer recados y ayudar a los niños, les enseñaba objetos, canciones, juegos y la verdad me encantaba hacerlo, porque ellos lo estaban pasando realmente mal, me contaban anécdotas, sus trayectos hasta llegar a este campo, algunos eran huérfanos , otros habían perdido a sus padres y no sabían donde estaban , otros vieron morir a su hermana o hermano, y otros a su madre o a su padre para que el sobreviviese.
Todas las noches, Aitor y yo nos sentamos al lado de la valla que nos rodea y nos quedamos mirando el otro lado, la frontera y todas las luces, las casas, los coches y las personas sin corazón que pasa por allí y no hacen nada.

El trabajo que tenía, de profesora, me lo concedió una ONG, lo único bueno que nos había pasado.
Aunque ahora estemos mejor, nada es como antes y necesitamos algo mejor, no se me quita la idea de  la cabeza pasar la frontera y encontrar ese lugar soñado, sé que existe, sé que esta ahí y no voy a rendirme.
Se lo dije a mi madre y a Aitor y sin dudarlos me apoyaron en la decisión, así que, huimos por cuarta vez y nos dirigimos a cruzar la frontera.





viernes, 3 de marzo de 2017

Coplas a la muerte de su hermana.

                                                      
                                                          “Nuestras vidas son los ríos
que van a dar en la mar,
que es el morir…”

Ya estamos subidos a este barco, por fin hemos escapado de aquella cárcel, y lo mejor, estando juntos. Mi madre, mi hermana, Aitor y yo nos disponemos a ir a la zona con menos gente ya que resulta muy agobiante este barco, lleno de personas, además, nos hicieron tirar por la borda todo nuestras cosas, nuestra ropa, comida, recuerdos... todo.
Se me hace muy difícil esto... es como si volvieras a nacer, empezar de cero, de nuevo otra vez. Sin nada.
“Los estados y riqueza,
que nos dejen a deshora
¿quién lo duda?
No les pidamos firmeza,
pues que son de una señora
que se muda,
que bienes son de Fortuna…”

Esto me va dando mas miedo según van pasando los días, los animales marinos por las noche son mas peligrosos, las olas te pasan una mala racha y mas cuando cojas una gigante, el clima, llueve a veces y madre mía, como lo odio...

“contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte

tan callando...”



Van transcurriendo los días, sinceramente no sé cuantos días han pasado, se me esta haciendo durísimo y mas por ver lo que estoy viendo, nos hemos quedado sin alimentos, sin ropa con la que taparnos, alimentos y medicamentos.
Mucha gente esta enferma y van muriendo lentamente, las condiciones son muy malas y a mas de uno lo han tenido que tirar por la borda, mi hermana, mi hermana a caído enferma y esta muy mal, con fiebre y vómitos... ya no vomita tanto ya que no tiene nada que expulsar, no comemos... No quiero que la pase nada malo, pero sé que no se pondrá bien.
A la mañana siguiente, mi hermana murió.


"Sus grandes hechos y claros
no cumple que los alabe,
pues…”

Mi hermana era aquella personita pequeña, bueno, mi pequeña, la que siempre me anda picando y molestando, esa mosca que siempre vuela alrededor tuya y no te deja en paz,

Esa princesa que quiere jugar con su hermana mayor, esa chica loca que quiere hacer locuras con su hermana mayor, romper las reglas o como ella siempre lo dice: "hacer payasadas sin control". Ella siempre piensa en los demás, ayuda a gente que lo necesita y siempre esta pendiente de que no haya mal rollo en su ambiente... Ella es genial, una chica divertida, amable, educada, graciosa, simpática , soñadora, extrovertida y muchas mas cosas buenas... si empiezo, no acabo.
Mi hermana y yo siempre hemos estado muy unidas a pesar de nuestras subidas y bajadas, pero al fin y al cabo, es lo normal entre hermanos. Siempre nos tendremos la una a la otra.

"No dejó grandes tesoros, 

ni alcanzó muchas riquezas, 

pero…"

Ha dejado muy buenos recuerdos, buenas experiencias, sonrisas y sobretodo... su presencia. Todavía no me acaba de entrar en la cabeza que mi hermana ya no este entre nosotros... Me escuecen los ojos de tanto llorar, que se haya ido mi hermana es lo peor que me ha podido pasar en este camino, nunca creí que ella iba a durar menos que yo sabiendo que yo soy la que mas se mete en líos, no se lo merece, para nada. Yo sinceramente se que mi hermana volverá y estará conmigo siempre.

“y aunque la vida perdió,
dejónos harto consuelo
su memoria.”


Ya han pasado tres días... y  a mi lado sigue Aitor y mi madre, ahora estamos mas unidos, desde que no está mi hermana  todo es diferente...La fé ya no esta entre nosotros...Pero, de repente vemos una isla muy pequeña y todos decidimos (ya que estaba cerca) saltar y nadar hasta allí, una vez llegamos, encontramos unos pocos alimentos, pero muy muy poco, ya llevamos dos días y comenzamos a ver un barco muy muy grande que viene hacia nosotros, tiene pinta de ser una ONG.
En efecto, era de una ONG, nos subieron al barco a todos los sobrevivientes y nos dieron abrigo, comida, agua y atención medica y psicológica... solo hasta que nos dejaran en tierra, en manos de las autoridades del país en el que estamos.

“cuán presto se va el placer,
cómo, después de acordado,
da dolor;
cómo, a nuestro parecer
cualquiera tiempo pasado
fue mejor.”









De la prisión a la deriva.

                                                             “sino yo triste y cuitado
que vivo en esta prisión
que ni sé cuando es día
ni cuando las noches son”


 Ya llevamos tres semanas en este centro de detención de inmigrantes ilegal y estoy muy cansada enserio, esto es irreal, dormimos en el suelo y no es que se diga que este muy limpio, todo es muy distinto, ahora tenemos un refugio pero tenemos que salir de aquí ya, no podemos quedarnos más... no por mucho tiempo.
Conmigo esta Aitor, el a estado en todo momento junto a mi, me ha hecho sonreír en todo lo que llevamos de estancia en esta cárcel, él siempre intenta que los de su alrededor estén bien, recuerdo qué cada vez que no podía dormir, se tumbaba a mi lado y me abrazaba... me recordaba muchísimo a Diego, sus abrazos eran los mas cálidos y dulces del mundo... y de repente sin saber porqué Aitor se había puesto delante de él, haciendo que no pensara tanto en Diego, y mira que eso es difícil, pero Aitor... él es diferente, muy diferente y me cuida más que a nadie y eso me gusta.

En este periodo de tiempo en este centro, me hice amiga de una policía, nos hacia compañía cuando estábamos aburridas... y la pedimos un favor, que fuese  nuestra avecilla, que nos informara del exterior... Para escapar, pero un día de repente deje de saber de ella.
Y bueno, al fin, llego el esperado día, sin saber de donde venía, un papel llego a mi cama que ponía : "YA PUEDES ESCAPAR, ESTA TODO CONTROLADO PAULOVA".
En ese mismo instante supe que la que me había dicho eso fue la policía, ella me llamaba así porque decía que le resultaba gracioso.
No me costo nada reaccionar, llame a mi madre y a mi hermana disimuladamente y las informe del problema, a Aitor igual, él se venia conmigo sí o sí.
Finalmente, nos preparamos y escapamos.

¡Quién hubiese tal ventura
   sobre las aguas del mar,
como hubo mi amigo
   la mañana de escapar
   Con un papel en la mano
la huida iba a acabar,
vio venir una galera
que a tierra quiere llegar.
   Las velas traía de seda,
   eran bonitas de mirar,

   marinero que la manda
diciendo viene un cantar.
 

martes, 24 de enero de 2017

Consejos de Patronio.

Ya es hora de partir, falta poco y necesitamos tomar una decisión ya.
Mi madre, mi hermana y yo no nos queríamos separar, pero necesitábamos coger ese barco, lo necesitábamos y urgentemente.
Noté como alguien me tocaba el hombro, me giré y era otro traficante, me fije bien para asegurarme de que no era el mismo de antes, el que nos consiguió que subiéramos a este barco. Me dijo que el tenia una solución para todos nuestros problemas y que no nos íbamos a arrepentir...
 Mi madre se puso delante mía y comenzó ha hablar con el traficante, el traficante le explicó que teníamos dos opciones y que esta vez se fiara totalmente de él, la primera opción es ir por tierra hasta Italia y desde allí, el nos asegura que cogeremos un barco e iremos todas juntas...La otra opción es embarcar sin mi madre e ir mi hermana y yo juntas en el barco, cosa que tanto a mi como a mi hermana, nos daba bastante miedo.
 Yo (que soy muy cotilla) puse la oreja en todo momento, me entere de todo y estaba muy preocupada, la primera opción podiamos permitírnosla pero no podiamos jugárnosla tanto... Era el único dinero que nos quedaba.
Mi madre le dijo que necesitaba un tiempo para pensárnoslo y yo decidí ir a pedirle consejo a mi amigo del apartamento donde nos aguardamos, se llama Aitor y me ha estado apoyando todo este momento igual que yo a el, es curioso porque nos conocemos de hace muy poco y parece como si nos conociésemos de toda la vida, es en alguien que puedo confiar así que fui a pedirle consejo sobre lo que hacer ya que estaba un poco bastante preocupada.
Fui a donde estaba el y le conté el problema, y el me dijo que hace unos cuantos años su abuelo le contó una historia y que quizá seria de gran ayuda que ahora el me lo contara a mi... la historia dice así:



 los cuervos y los búhos estaban en guerra entre sí, pero los cuervos llevaban la peor parte porque los búhos, que sólo salen de noche y de día permanecen escondidos en lugares muy ocultos, volaban al amparo de la oscuridad hasta los árboles donde se cobijaban los cuervos, golpeando o matando a cuantos podían. Como los cuervos sufrían tanto, uno de ellos muy experimentado, al ver el grave daño que recibían los suyos, habló con sus parientes los cuervos y encontró un medio para vengarse de sus enemigos los búhos.
»Este era el medio que pensó y puso en práctica: los cuervos le arrancaron las plumas, excepto alguna de las alas, por lo que volaba muy poco y mal. Así, lleno de heridas, se fue con los búhos, a los que contó el mal y el daño que le habían causado los cuervos porque él no quería la guerra contra los búhos, por lo cual, si ellos lo aceptaban como compañero, estaba dispuesto a decirles las mejores maneras para vengarse de los cuervos y hacerles mucho daño.
»Los búhos, al oírlo, se pusieron contentos porque pensaban que con este aliado podrían derrotar a sus enemigos los cuervos, con lo cual empezaron a tratarlo muy bien y le hicieron partícipe de sus planes secretos y de sus proyectos para la lucha.
»Sin embargo, había entre los búhos uno que era muy viejo y que tenía mucha experiencia que, cuando se enteró de lo del cuervo, descubrió el engaño que les preparaba y fue a explicárselo al cabecilla de los búhos, diciéndole que, con toda seguridad, aquel cuervo se les había unido para conocer sus planes y preparar su derrota, por lo que debía alejarlo de allí inmediatamente. Pero este experimentado búho no consiguió que sus hermanos le hicieran caso, por lo cual, al ver que no lo creían, se alejó de ellos y se fue a vivir a un lugar donde los cuervos no pudieran encontrarlo.
»Los búhos, no obstante, siguieron confiando en el cuervo. Cuando le crecieron otra vez las plumas, dijo a los búhos que, pues ya podía volar, iría en busca de los cuervos para decirles dónde estaban y, de esta manera, reunidos todos los búhos, podrían acabar con sus enemigos los cuervos, cosa que les agradó mucho.
»Al llegar el cuervo donde estaban sus hermanos, se juntaron todos y, como sabían los planes de los búhos, los atacaron de día, cuando ellos no vuelan y están tranquilos y sin recelo, y destrozaron y mataron a tantos búhos que los cuervos quedaron como únicos vencedores.
»Así les sucedió a los búhos, por fiarse del cuervo que es, por naturaleza enemigo suyo.
Al que antes tu enemigo solía ser 
ni en nada ni nunca le debes creer



Tras la historia que me contó Aitor, entre en razón ya habíamos confiado en un traficante y habíamos perdido gran parte de nuestro dinero... No queríamos jugárnosla más, así que decidimos irnos por tierra, que al menos luego nos llevarían en barco a todas juntas, se que es peligroso, pero nosotras lo único que queremos es estar juntas...
Llego la hora, cogimos un bus y junto a Aitor, que se vino con nosotras y con mas gente, nos dispusimos a ir rumbo a Italia, la travesía era dura y muy larga además de peligrosa...
Ya han pasado muchas horas, mi hermana esta dormida y mi madre hablando con una señora del asiento de detrás, yo, estoy mirando a la ventana, intentando distraerme un poco... No hago más que pensar en Fran, ¿estará bien? ¿pensará en mi como yo pienso en él?.
Ya estamos llegando a la frontera, pero, ¿Qué hemos hecho nosotras para merecer esto? Nos acaban de quitar nuestra documentación, y para colmo,  nos acaba de interceptar la policía, esto significa que nos van a llevar a un Centro de Detención de Inmigrantes Ilegales de forma preventiva.
 Inmigrantes ilegales... quien lo diría.




jueves, 29 de diciembre de 2016

El Milagro del Stanbrook.

                                       
“La Madre Gloriosa, tan ducha en acorrer
la que suele a sus siervos en las cuitas valer
a este condenado quísolo proteger
recordose el servicio que le solía hacer…”
 Hoy, era el dia, llegamos a Valencia y todos estabamos muy nerviosos porque hoy finalmente ibamos a dejar España atrás...Ojalá y que todo salga perfectamente, estoy deseando volver a vivir tranquila con mi familia.
 Bajamos del bus y de repente nos dijeron que nuestro traficante nos estaba esperando, volteamos mi hermana, mi madre y yo y allí le vimos, un señor alto, delgado, moreno tanto de piel como de pelo, tenía un aire a marroquí. 
Decidimos acercamos y él nos indico donde estaba un apartamento para poder aguardarnos, nos dijo que ibamos a estar con más refugiados pero que no era problema, había bastante sitio, el traficante nos acompaño a la puerta del apartamento y nos comentó que le teníamos que dar ya el dinero ya que el tenía que conseguir el barco e iba a tardar bastante. Le dimos el dinero y se marchó. Nosotras decidimos entrar y la imagen fue impactante, había gente, mucha gente, cogimos un hueco y nos acurrucamos... Mi madre nos arropó con una manta que ella trajo de casa y descansamos las tres un rato.
Cuando despertamos ya era de noche, miré a mis alrededores, mi hermana seguía durmiendo todavía, es una dormilona... Me incorporé, mi madre estaba hablando con otra señora, al parecer madre también pero esta tenía dos hijos bebés y eran gemelos y parecían estar enfermos... Me levanté y me dirigí a un grupo de niños pequeños y saqué el parchís de mi mochila, ellos lo vieron y empezaron a sonreír. Me senté con ellos y me presenté, no entendía como estos niños tan pequeños tienen que pasar lo que está pasando en estos momentos. 
Al día siguiente casi todos los niños estaban enfermos y no me pareció raro, el apartamento estaba sucísimo y además solo había un baño para asearse, llamé al traficante pero saltaba el contestado asi que decidí salir fuera del apartamento para buscarle, comprar medicamentos y ya de paso comprar también comida, todos estabamos muertos de hambre... Sé que el traficante nos dijo de no salir pero ya han pasado tres días y estoy empezando a dudar si volverá o nos a engañado y se ha ido con nuestro dinero.
Me levanté y di mi palabra a todo el mundo de que volvería con comida y medicamentos a lo que se levanto un niño, de mi edad, y dijo que me acompañaría, salimos los dos del apartamento y comenzamos a andar con cautela y a preguntar por el traficante que nos había dejado tirados, nadie le había visto asíque compramos comida, medicamentos y nos dirigimos de nuevo al apartamento.
Cuando llegamos mi amigo y yo y aparecimos con aquellas bolsas tan grandes y llenas de alimentos y medicamentos nos aplaudieron, algunos hasta lloraron de la felicidad, todos empezaron a comer y estaban muchisimo mejor, de repente alguien llamó a la puerta y cuando le abrimos era el traficante con nuestros billetes, nos entregó a cada uno su billete correspondido y nos dijo que el barco salia esta noche en el puerto.
Llegó la noche y todos estabamos muy ilusionados asi que salimos del apartamento y nos fuimos directos al puerto, andamos y andamos, yo estaba cogida de la mano de mi madre y de la otra mano estaba cogida mi hermana, de repente noté como alguién me ponía la mano en mi hombro, me giré y era Diego... Le solté la mano a mi madre y le abraze muy fuerte, tan fuerte que pensé que le dejaría sin respiración, le llené de besos y le juré no soltarlo nunca. Le echaba muchisimo de menos... y el ami también me echaba de menos, por la forma en que me miraba y me abrazaba se notaba mucho.
Ahora si que estaba agusto y con más fé que nunca, llegamos al puerto, alzé mi cabeza y ví aquel barco, eso me recordó a el barco Stanbrook, un barco Británico que recogió a varios Españoles del puerto de Alicante en el final de la Guerra Civil Española. Me acuerdo porque mi bisabuela me hablaba mucho de aquella guerra.

Nos disponimos a entrar para hacer las filas, la familia de Diegos iba delante y mi madre, mi hermana y yo, detrás.
Un señor muy muy raro pasaba por en medio de las filas, tenía muy malas pintas... y ami no me creaba buen ambiente, paso por mi lados y nos miraba muy mal, ´se dió la vuekta y volvió a donde estaban sus compañeros, les dijo algo y ahí es cuando entonces ví como empezaban a separar a adultos de niños... no me lo podía creer... otra vez problemas y más problemas, cuando ya pensaba que todo esto iba a acabar va y nos hacen esto... no hay derecho.
Yo no me pienso separar de mi madre, lo tengo clarísimo.

" Al barco parecido al Stanbrook vamos a entrar, y al fin esta guerra va terminar...
pero algo de que me acabo de enterar, es que nos acaban de separar,
estoy perdiendo la fé, no se si escribir más... 
pero una cosa tengo clara, ni a mi madre ni a mi hermana dejaré atras."